Los poetas de esa época estuvieron ligados al proceso
revolucionario que se vivía en Yucatán. Primero con Salvador Alvarado y luego
con Felipe Carrillo Puerto. Estos aires revolucionarios incidieron de alguna
manera en sus obras.
El devenir necesario hacia lo moderno y hacia el lenguaje
renovador, fue encabezado por Luís Rosado Vega (1873-1958). Poeta y novelista,
en él se da la “liberación de sentidos”. Fue uno de los escritores más
importantes de su generación.
Eduardo Urzaiz Rodríguez (1876-1955). Médico, pedagogo,
escritor, historiador, pintor y dibujante de origen cubano pero arraigado de
lleno a Yucatán. De espíritu realista, se distinguió por ser forjador de un
mundo literario original y fantástico. Su personalidad poliédrica, vasta y rica
en aportaciones culturales, dejó una obra valiosa e importante.
Antonio Mediz Bolio (1884-1957) se distinguió como poeta,
dramaturgo, ensayista, periodista y diplomático. Fue testigo de los
acontecimientos ocurridos durante la “Decena Trágica” y por su amor al terruño
yucateco, José Emilio Pacheco lo definió como “el iniciador de la literatura
indigenista en México”.
De los escritores que despuntaban en el verbo modernista
hay que destacar también a Ricardo Mimenza Castillo (1888-1944). Becqueriano en
sus inicios, le debió a las rimas la primera revelación de la poesía, del
dolor lírico y el bello gesto atormentado.
De los escritores que se distinguieron por su
participación en las luchas políticas y sociales de esos años, José Castillo
Torre (1891-1979), político, historiador y ensayista, legó a la literatura
yucateca una obra única por su forma y contenido: El país que no se parece
a otro (1935) ensayo, historia, leyenda, fantasía, poesía. Su lenguaje
evoca la magia ancestral del pueblo maya.
Ermilo Abreu Gómez (1894-1971), crítico, cuentista,
dramaturgo, novelista, cronista y maestro, su obra es una de las más bellas y
originales del país y su significación es múltiple. En cuanto a lo teatral
abarca estampas indígenas, dramas, farsas y comedias. Sus escritos se
encuentran imbuidos de crítica social.
Otro poeta original fue Ernesto Albertos Tenorio
(1897-1959). Poeta de voz agria, dolorosa, abrió nuevos caminos a la poesía de
Yucatán: mostró una nueva forma de decir las cosas, de nombrarlas, siempre
atento a las injusticias sociales y a la psicología de los hombres. Hay en sus
escritos reminiscencias de Darío, de Machado, de Villaespesa, de González
Martínez, de Lugones, de Rafael López, de Amado Nervo. A todo este caudal de influencias
y de lecturas le dio un giro muy personal.
Deben nombrarse, por su obra relativa a la época
prehispánica y a las raíces originales de la cultura vernácula a: Ignacio
Honorato Magaloni Duarte (1898-1959); Leopoldo Tomassi
López -destacado por sus obras teatrales-
(1898-1976); Oswaldo Baqueiro Anduze (1902-1945) y Miguel
Ángel Menéndez (1905-1982).Muchos de ellos, al igual que otros
escritores posteriores, emigraron a otras ciudades, particularmente a la
Ciudad de México, a pesar de ello, nunca perdieron sus vínculos con Yucatán.
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