ELIGIO ANCONA Y CASTILLO
(1836 -1893)
Desde muy joven reveló su profundo interés por la
literatura, especialmente la narrativa. En 1860, fundó el periódico
político La sombra de Morelos, luego publicó trabajos en los periódicos: El
Álbum, La Burla y La Guirnalda. Fundó La Píldora, periódico de
incisiva crítica contra el Imperio. Junto con otros yucatecos creó la
publicación Yucatán y siendo Secretario General de Gobierno, fundó La razón
del pueblo, órgano que tuvo vida hasta 1893. Utilizó el seudónimo de
“Lagartija”.
Cultivó la
novela histórica y costumbrista, de las que sobresalen La cruz y la espada (1864) y Filibustero (1864), ambas publicadas en París. Otras de sus
novelas son: La mestiza (1861), Los mártires de Anáhuac (1870), El
conde de Peñalva (1879) y Memorias de un alférez (1904), considerada como su
obra maestra, publicada luego de su muerte por José María Pino Suárez.
Es importante también destacar La Historia de Yucatán, que abarca desde la época maya hasta
1864. Asimismo, publicó un Compendio de la historia de la Península de
Yucatán, aparecida en 1881 y el cual llegó a ser libro de texto.
Dos años después de
su muerte, el Congreso local lo declaró Benemérito del Estado y colocó su nombre en letras de oro en el salón de sesiones. Sus
restos descansan en la Rotonda de los Hombres Ilustres en la capital de la
República. [1]
[1] Diccionario de escritores de Yucatán. Roldán Peniche Barrera. Gaspar Gómez Chacón. Ed. por Instituto de Cultura de Yucatán junto a la Cámara de Diputados, LVIII Legislatura. 2003. P. 28 - 29.
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