Beatriz Peniche Barrera
(1893-1976)
(1893-1976)
Miembro de una familia prominente, fue hija de
un distinguido ingeniero, quien estuvo al servicio del gobernador porfirista
Olegario Molina. Recibió una educación esmerada. Estudió la primaria en el Instituto
Literario de Niñas y obtuvo el título de maestra en 1913.
En su ciudad natal, realizó trabajo docente en
la escuela primaria para niñas de la profesora Fidelia Cámara; impartió también
clases particulares para adultos sobre cultura general, contando entre sus
alumnos según se dice, a Felipe Carrillo Puerto.
El 27 de noviembre de 1915 contrajo matrimonio
con el poeta yucateco Miguel Ponce Casares (César Casal), secretario particular
de José María Pino Suárez – a quien acompañó en la ciudad de México en el
desenlace del gobierno maderista-, colaborador y amigo del gobernador Felipe
carrillo Puerto.
Durante la gestión de los gobiernos populares
de la Revolución Mexicana en Yucatán, Beatriz Peniche fue nombrada directora de
la biblioteca pública Manuel Cepeda Peraza por el General Salvador Alvarado, el
propio Alvarado encomendara el proyecto de bibliotecas populares. Participó en
el primer Congreso Feminista en enero de 1916; mas tarde ingresó al Partido
Socialista del Sureste (febrero de 1920), donde junto con otras mujeres
yucatecas como Raquel Dzib, Consuelo Zavala, Rosa Torres, Adolfina Valencia y Elvia
Carrillo Puerto fundó el movimiento de las Ligas Feministas del propio PSSE.
Durante el gobierno de Felipe Carrillo Puerto,
participó en la organización del Congreso de Periodistas (1923); en noviembre
de ese mismo año, fue postulada candidata a diputada por el segundo distrito
para el Congreso del Estado por el PSSE, cuando la mujer mexicana no tenía
derecho a voto, siendo la única legisladora que concluyó el bienio crucial
1924-1925 en el que ocurrió el asesinato del líder socialista de Yucatán.
Desde 1925 hizo frecuentes viajes a Cuba, donde
tuvo una destacada presencia en la arena cultural habanera. Fue recepcionada en
el Ateneo Cubano, como intelectual y como la primera diputada de la República
Mexicana, invitada por las escritoras de aquel país, Marriblnca Sabas Alomá,
Aída Peláez de Villaurrutia y Caridad Bravo Adams.
A principios de la década de los 40, fue
fundadora en Mérida de la sociedad literaria Juana de Asbaje, junto con las
escritoras yucatecas Sara Molina Font,
María Cristina Ceballos Gutiérrez y otras.
A lo largo de su vida, sobre todo en Mérida,
desplegó una actividad periodística y literaria permanente, lo que se puso de
manifiesto en sus colaboraciones en Castálida, Cervantes, Regeneración, La Voz
de la Revolución, La Revista de Yucatán,
Tierra, Adelante, Fémina y el Diario del Sureste, donde sostuvo la columna
Prismas. Sus colaboraciones periodísticas y literarias habaneras aparecieron en
el Diario de la Marina y en las revistas Mujeres y Boemia.
Desplegó también una intensa comunicación e
intercambio con escritores e intelectuales de Hispanoamérica: mantenía
correspondencia con Alfonsina Storni, Juana de Ibarbourou y Alma Reed.
Conservando una tradición de familia,
organizaba reuniones literarias y tertulias en su casa, en las que
intervinieron conspicuos personajes de la intelectualidad y las artes. Entre
ellos, junto a los escritores y artistas locales, se evoca a José Vasconcelos,
Octavio Novaro, José Manuel Puig, Julio Antonio Mella, Tina Modotti, Augusto
Cesar Sandino y Gabriela Mistral.
Como escritora abordó la poesía lírica, la
epístola y el periodismo. Entre sus influencias literarias e intelectuales se
encuentran Sor Juana y Alejandra Kolontain
Socialista y aristócrata refinada, feminista y
esposa prudente y fiel diputada y poeta intimista, Beatriz Peniche de Ponce fue
una distinguida intelectual yucateca que, no obstante haber nacido en el seno
de una connotada familia durante la última década del siglo XIX, fue ganada al
gobierno y al movimiento popular de la Revolución Mexicana en Yucatán, gracias
a su sensibilidad y a sus avanzadas ideas sobre la sociedad y el destino de los
hombres, así como la inteligente política de alianzas desplegada por los
gobernadores Salvador Alvarado y Felipe Carrillo Puerto. Obra
poética: Lámpara encendida, Talleres de Impresión Díaz
Massa, Mérida, 1970; prólogo de José Esquivel Pren; Poesías, Colección La Huella del Tiempo 4,
Ediciones de la Universidad Autónoma de Yucatán, Mérida, 1996; presentación y
selección de Rubén Reyes Ramírez.
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