Sinopsis:
Los hechos históricos son hechos consumados, no así la narración de esos hechos. Quien hace historia tiene el deber ineludible de reseñar los hechos tal y como ocurrieron, de otra manera es la misma historia, la que le llegará a señalar como falaz.
En nuestra historia vernácula hay un personaje, Eligio Ancona Castillo, quien a pesar de haber aportado a Yucatán y a México todo el cúmulo de sus capacidades, que no fueron pocas, no ha alcanzado todo el reconocimiento que merece.
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Es una lástima que no hayan redactado la reseña más que con algunas de mis palabras, además sesgadas, ya que intencionalmente escribo el nombre completo del prócer: Eligio MARÍA Ancona Castillo, nombre que le han querido escatimar o cambiar para reducir su biografía o para tergiversarla. Precisamente de eso trata este libro, y no se menciona en la referencia.
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