martes, 23 de junio de 2015

Barrera Vásquez, Alfredo

ALFREDO BARRERA VÁZQUEZ
(1900-1980)


Sabio mayista, filólogo y polígrafo. Es uno de los intelectuales más importantes de Yucatán. Nació en Maxcanú, municipio de esta entidad y falleció en la ciudad de Mérida. Estudió becado en España hasta 1916 y a su regreso fue alumno y luego secretario de la Escuela de Bellas Artes, en razón de su talento natural para el dibujo y la pintura. Colaboró con el arqueólogo Teobert Maler en el copiado de documentos mayas y a fines de 1919 viajó a la ciudad de México para matricularse en la Academia de San Carlos; al mismo tiempo hizo estudios en la Escuela Normal de Maestros. En 1923, se licenció en la Facultad de Filosofía y Letras y fue becado por la Fundación Guggenheim para estudiar en la Universidad de Tulane. A partir de entonces asistió a cursos en la Universidad de Chicago, en la Universidad de Brown en Providence y en la de Columbia en Nueva York. 

De vuelta a la Madre Patria cursó Letras Hispánicas, para luego retornar en 1937 a la capital yucateca. En ese año fue nombrado director del Museo Arqueológico e Histórico de Yucatán. Fundó entonces, la Biblioteca Crescencio Carrillo y Ancona y la Academia de la Lengua Maya. Como investigador demostró que El Misceláneo fue el primer periódico editado en Yucatán. Le fue concedida una beca por la Fundación Rockefeller y después otra por la Institución Carnegie para trabajar con Sylvanus G. Morley en el libro La civilización maya. Ejerció el magisterio en cátedras de lingüística y sociología y fue profesor asociado de la Universidad de Alabama desde 1965. Trabajó para la UNESCO en lenguas vernáculas y como experto destinado al territorio de Somalia. En 1975, contribuyó en programas de alfabetización en Bolivia y tiempo después regresó a su tierra para ser nombrado Director del Instituto Yucateco de Antropología e Historia. Asimismo, dirigió la Biblioteca Central “Manuel Cepeda Peraza”. Tuvo el mérito de crear dos instituciones trascendentes: el Centro de Estudios Mayas, que estableció la carrera de filólogo maya, y un Centro para el Estudio de la Arqueología y la Antropología Social, que habría de transformarse en la hoy Facultad de Ciencias Antropológicas de la UADY. Fue miembro de la Academia Mexicana de la Lengua y de la Academia de Historia Franciscana de Washington, así como de la Sociedad Mexicana de Antropología. Al fundarse la Comisión Editorial del Estado en 1977, ocupó la secretaría y se desempeñó como presidente del Instituto Interuniversitario para Investigaciones Sociales en Yucatán, auspiciado por la Universidad de Chicago. 

Su producción como escritor incluye ensayos y estudios sobre lingüística, antropología, bibliografía, etnohistoria, historiografía, escritura jeroglífica y otras disciplinas. Su bibliografía abarca títulos como: La cultura maya (1937); Algunos datos acerca del arte plumario entre los mayas (1939); La identificación de la Deidad E de Schellhas (1939); Horóscopos mayas o el pronóstico de los 20 signos del Tzolkín, según los libros del Chilam Balam de Kaua y de Maní (1943); El pulque entre los mayas (1944); El idioma español en Yucatán y La lengua maya de Yucatán, ambos trabajos para la Enciclopedia Yucatanense (1944); Cuentos mayas (1947); El libro de los libros de Chilam Balam, en colaboración con Silvia Rendón (1948); The maya chronicles en colaboración con Sylvanus G. Morley (1949); La historia de los mayas de Yucatán a través de sus propias crónicas (1951); Canto a Bolivia (1958); El libro de los cantares de Dzitbalché (1959); Fuentes para el estudio de la medicina nativa en Yucatán (1963); La Ceiba-Cocodrilo (1976); Cruz: poema en cinco puntos cardinales (1976); Nomenclatura etnobotánica maya (1976); Estudios Lingüísticos I (1980); Estudios Lingüísticos II (1981), y¿Lo ignoraba usted? (1986). Dos trabajos merecen subrayarse dentro de este quehacer intelectual: su colaboración dentro de la Enciclopedia Yucatanense y la coordinación de los esfuerzos que culminaron con la publicación del magno Diccionario Maya Cordemex en 1980. Fue objeto de distinciones en el país y en el extranjero. Un centro de estudios en Alabama lleva su nombre. En 1964 fue galardonado con la Medalla Eligio Ancona y recibió de la Secretaria de Educación Pública la Medalla por 30 años al servicio de México [1].

[1] Diccionario de escritores de Yucatán. Peniche Barrera, Roldán y Gaspar Gómez Chacón. Compañía Editorial de la Península, S.A de C.V. México, 2003. Pp. 34-35.









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