La configuración de una
literatura regional supone el reconocimiento de encuentros y confrontaciones,
de voces que pugnan por hacerse escuchar y lograr así su validación dentro de
los discursos sociales.
La caracterización de la cultura
como un entrecruzamiento de saberes, temáticas y procedimientos implica necesariamente, la lectura de los
Discursos de la sociedad. El discurso social, por tanto, es todo lo que se
habla, todo lo que se escribe, todo lo que se produce.
En la literatura se registra
poderosamente la idiosincrasia cultural. Parafraseando a Julio Ortega: “La
literatura es, a la vez reflejo y configuración de la concepción global que
toda cultura lleva. Es donde la identidad deja su huella y se manifiesta como
experiencia viva que está en constante proceso de regeneración y contribuye a
la construcción de un universo simbólico”. De este modo, en cada creación
literaria la visión de lo local antecede a la aspiración de universalidad que
toda obra conlleva.
He aquí una breve síntesis sobre
la literatura yucateca desde la época colonial hasta la actualidad, la cual se
encuentra en permanente creación y reconstrucción, y que aspira a seguir
fortaleciéndose en su difusión, dentro y fuera de sus límites regionales y
nacionales.
Si bien su contenido no puede considerarse
exclusivamente como literario, los escritos coloniales en lengua maya como Los
Cantares de Dzitbalché”, El Ritual de los Bacabes y los Libros del Chilam
Balam, relatan la historia de la civilización, la religión, el pensamiento, la
astronomía y la medicina, durante los siglos XVII y XVIII en la Península.
Fueron escritos luego de la Conquista por descendientes mayas y se consideran
tesoros inigualables para Mesoamérica.
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